ACIERTO: La niñera mágica (2006)

Que esta película aparezca como acierto ha sido de lo más sorprendente. Jamás hubiera imaginado que la catalogaría en el bando de los “buenos”. Por simple experiencia, este género está consumido en un conjunto de reglas que por mucho que cambien siempre acaban tratando de lo mismo. Sin embargo, el cine, de vez en cuando, nos deja alguna…sorpresilla.

En verdad, esta película sí tiene reglas, son cinco y las hace cumplir un personaje muy especial, mezcla entre Cruela De Vil y Mary Poppins ¿Parece imposible? (ver escena en la que aparece el personaje por primera vez al otro lado de la puerta). Hoy en día, para sorprender, hay que convertir lo imposible en realidad.

“Todo empieza con una butaca vacía”… con una butaca vacía y con una casa llena de niños. Tras la muerte de su madre, Cedric Brown se consumió en su pesar y tragedia olvidando que la vida que compartía con su mujer en vida estaba totalmente ligada a sus siete hijos. Ahora ellos son dueños de su voluntad incumpliendo órdenes y reivindicando su libertad, lo que trae de cabeza a su padre, al servicio y a todo el conjunto de niñeras de los alrededores. Es en este punto cuando misteriosamente aparecen señales de un nuevo personaje, Nanny McPhee.

A lo largo de la historia, todas las niñeras famosas vistas en el cine han tenido algún utensilio por el que se las ha reconocido. En este caso, le ha tocado el turno a un bastón nada convencional con el que McPhee actúa ante los niños e induce, que no obliga, a que estos cumplan con su voluntad.

Las cinco lecciones de la señorita McPhee:
1.       Irse a la cama cuando se les dice
2.      Levantarse cuando se les dice
3.      Vestirse cuando se les dice
4.      Escuchar
5.      Hacer todo lo que se les dice

Bueno, la verdad es que durante la tercera regla, la escena donde aparece el burro convertido en… “hija” es un poco surrealista pero… ¿acaso no lo es toda la película? Aunque sería mejor catalogarla como extravagante. Decorados, época, vestuario, personajes, simple ambientación en general…convierten a esta película en demasiado particular para que puedan sorprenderte ciertas acciones.

Las escenas que consiguen arrancar una tímida sonrisa al espectador son mis favoritas. Te conviertes en parte de la escena y en parte de los sentimientos e inquietudes de los protagonistas. Te sientes confidentes de ellos. Y esta película consigue llegar a esas sonrisas en algunas escenas (si no careces de sentimientos, claro, y si te involucras con la película).

Los cambios transformacionales de la niñera pierden casi toda su importancia relegándolos a un segundo plano y como una anécdota más de la película. Los niños son los verdaderos protagonistas y las razones de su comportamiento la trama principal.

De todo esto se confirma que no solo las primeras impresiones son las más acertadas. Para todos los incrédulos, como yo, que juzgaron esta película antes de verla solo decirles que…sigan así, pero que por probar cosas nuevas o desconcertantes tampoco es el fin del mundo (por lo menos en el cine).


FRASES DE LA PELÍCULA:
“Hay algo que debéis de entender de mi forma de trabajar: cuando me necesitáis pero no me queréis, debió quedarme; cuando me queréis pero ya no me necesitáis, debo irme. Es un poco triste pero es así”

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