ACIERTO: Cisne Negro (2010)

“¿Qué te ha parecido la película?”
“No lo sé”
“¿cómo no vas a saberlo?”

Antes de ir a ver una película al cine, suelo documentarme un poco para tomar la decisión correcta. No suelo ir a ver cualquier cosa, salvo en raras ocasiones ya que la experiencia del cine para mí es muy importante. “Cisne Negro” iba a ser una gran decisión aunque algo me decía que no iba a ver nada imaginable. Tenía razón.

Leí un comentario en una página de críticas de cine en internet, que podías salir del cine asombrado tanto para muy bien como para muy mal. Me sorprendió una respuesta tan inusual sobre la película así que entré a la sala con un  toque de curiosidad y con la esperanza de poder sacar una opinión propia entre esas dos opciones antes leídas. Sin embargo, no me había dado cuenta de la existencia de una tercera opción.

¿Cómo puedes maravillarte con un largometraje y a la vez sentir repulsión hacia él? Justamente es ahí donde reside su fama, su grandiosidad, porque realmente es una de las mejores películas que he visto. No es por el argumento, ni por los efectos especiales, es más bien por el hecho de que Darren Aronofsky, el director, ha logrado como nunca antes había visto confundirnos a la vez que a los personajes. Nos hace partícipes totalmente de la película, incluyéndonos en su universo personal de psicosis, miedo, ansiedad y desesperación.

En verdad es muy difícil hablar sobre esta película. Quizás estas palabras puedan entenderse mejor si uno ya la ha visto, incluso tener su propia visión y descripción de ella. Y es que incluso el volver a pensar en ella te crea tal sentimiento de impotencia y tensión que aún corta la respiración y deja sin palabras a cualquiera. De ahí el modo que he comenzado hablando de “Cisne Negro”.

...continuará

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